Desde 2016, cuando el GP de Azerbaiyán entró en el calendario de Fórmula 1 (como GP de Europa), la Scuderia no había terminado nunca tan lejos de la cima: un resultado que evidencia las dificultades del SF-25.
El Gran Premio de Azerbaiyán 2025 marcó un récord para Ferrari. Un récord que, sin embargo, no es en absoluto positivo: nunca, desde el debut del circuito de Bakú en la Fórmula 1, la Rossa había estado tan lejos de la victoria tanto en términos de posiciones como de distancia. Charles Leclerc y Lewis Hamilton cruzaron la meta en octava y novena posición respectivamente, sin dar nunca la sensación de poder luchar con los mejores.
A hacer el dato aún más contundente está la diferencia con los líderes: ambos pilotos de Ferrari terminaron a más de 36 segundos de Max Verstappen, absoluto dominador de la carrera. La casualidad (o la ausencia de swap con Hamilton) quiso que los dos finalizaran prácticamente con la misma diferencia respecto al neerlandés: 36,3 segundos para Hamilton y 36,7 para Leclerc.
Las dificultades fueron fruto de varios factores: errores en la clasificación, ausencia de Safety Car que pudiera alterar la estrategia, tráfico en pista pero, sobre todo, la falta de competitividad del SF-25. Una combinación que relegó a Ferrari al papel de tercera/cuarta fuerza, muy lejos de las ambiciones iniciales de una temporada que se había visto impulsada también por la llegada del siete veces campeón del mundo.
Peor le había ido a Ferrari en Bakú solo en 2022, cuando tanto Leclerc como Sainz se vieron obligados a retirarse. En aquella ocasión, sin embargo, el monegasco ocupaba la primera posición en el momento de la rotura del motor: una señal de que, al menos entonces, la competitividad no faltaba.